Jaguar


Llega un punto en la vida en el que simplemente nos viene la necesidad de salir,  de dejar todo lo que conocemos  y aventurarnos  en lo que es para nosotros “el mundo real”  lejos de las actividades diarias, o de los lugares en que siempre hemos estado, inclusive de las personas que conocemos. Es un signo de madurez, aunque no del todo, pues habrá cantidad de aspectos por afrontar en el futuro. Jean Rouch sabía ésto y como buen retratista del hombre tenía que incluir éste aspecto tan importante en la formación del hombre.

Jaguar es un retrato intimista de cómo tres jóvenes nigerianos se aventuran a ir más allá de lo que conocen y vigorosamente esperar todo tipo de situaciones, siempre dispuestos a enfrentar lo que se les venga. En el retrato abundan situaciones chuscas, algunas de ellas predispuestas que hacen más llevadero el relato.

No es posible saber hasta qué punto el viaje fue previamente acordado para ser registrado por Jean Rouch o si éste decidió seguir a los tres amigos en sus aventuras y de ahí partir para mostrar sus experiencias. No importa cual sea el caso, sino cómo Rouch lo abarca para lograr compenetrarnos con los protagonistas, haciéndonos vivir  junto con ellos momentos de asombro, de descubrimientos y también de esfuerzos para sobrellevar su viaje.

Una cualidad técnica (y novedosa en la manera de usarse) implementada por Rouch que nos acerca aún más a una experiencia más vivida por los personajes es el audio a manera de voz en off en el que los protagonistas van narrándolo conforme lo miran, cual comentario de director,  reviviendo sus experiencias e inclusive dándole al espectador más información de la que ve en pantalla, estamos doblemente con ellos, miramos la película con ellos.

Jean Rouch es un maestro para retratar situaciones humanas, y mostrar como en cualquier parte del globo, y por distintas que puedan parecer, las personas siempre compartirán aspectos como los deseos que tienen los jóvenes de convertirse en personas independientes, esa sensación de realización que se tiene al haber pasado por una prueba en el que el principal juez es uno mismo. Una película en la que los jueces son los propios protagonistas.






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