Nobody’s Business 1996- Alan Berliner

Cualquiera diría que los asuntos familiares son cosas privadas, algo para uno mismo y los suyos. Pero es que a veces hay personas tan interesantes y con un imán misterioso que nos es difícil no interesarnos por ellos. Me parece que en caso de Nobody’s Business, además de contar con un personaje interesante, el padre de Alan Berliner, hay algo más que hace rico a ese personaje y es por el mero hecho de ser el padre cuestionado, el padre al que su hijo intenta comprender y dialogar con él y que responde “Is nobody’s business!”

Para abordar el tema del padre, Alan Berliner hace una indagación generacional  de la relación entre padres e hijos desde su bisabuelo hasta él mismo. Son notorios los distintos tipos de relaciones entre una generación y otra. Sin duda cada cabeza es un mundo y aunque sean cabezas que comparten gran cantidad de genes, no se pueden ignorar los grandes cambios sociales que hicieron del mundo de cada uno un lugar por demás distinto.


Si bien la relaciones que tiene un padre con cada uno de sus hijos son distintas entre sí, el ejercicio de Berliner no le da demasiada importancia a este conflicto. A pesar de incluir entrevistas con su hermana o sus parientes, la veta por la que se va son los conflictos de la generación directa que  es conformada por su bisabuelo, abuelo, padre y él.

El tema de los padres siempre será uno de los que más nos atraiga, casi se podría decir que por naturaleza, pues van implícitos nuestros orígenes, y nuestra identidad. Finalmente se dice que somos un reflejo de nuestros padres, y si no, pues nos interesan igual, son esa figura que para bien o para mal son un punto de comparación y si bien nos va serán un ejemplo de lo que debemos o no debemos ser.

Si acaso no se terminara por seguir el ejemplo del padre siempre habrá algo que influenciará, pienso en el caso de Andrei Tarkovsky y en que siempre dijo que fue su padre el que lo introdujo a la poesía, y vaya que llegó a ser una influencia en su vida.